Hace ya unos pocos años que el mundo rural recobró de nuevo el oficio de resinero, volvió a ser rentable la recolección de la miera o la resina de los pinos, fue casi inexistente durante los últimos 35 años, las técnicas de recolección muy poco han cambiado, es un trabajo manual totalmente, desroñar la cara del pino, poner la hojalata con la media luna, poner el pote para recoger la miera, hacer las picas,.......y durante todo el verano recorrer uno a uno, pino por pino la producción.
Antes de empezar la campaña que comienza allá por el mes febrero, se arrancan las hojalatas del pino y se retiran los potes, pues para una nueva producción se abre una nueva cara en el pino, una por una y pino por pino se recogen y amontonan en lugares algo especiales para este fin, alejados de los pinos, zonas arenosas y con un pequeño desnivel o cotarra, ni que decir tiene que para esta tarea se deben pedir los permisos y solo los conceden en una época determinada, cuando no hay peligro ninguno de incendio.
Esta es la imagen que me encontré cuando acompañé a Maria y al amigo Juan Carlos,resinero e hijo de resinero,para ver como se hacia la pez, como lo hacían desde siempre los resineros en el pueblo de Sebulcor,unas diez mil hojalatas emponzonadas de resina ya seca esperaban amontanadas sobre esa pequeña loma en una calva y en mitad del pinar y utilizada desde muchos años atrás.
Aún quedaba algo por hacer me contaba el amigo Juan Carlos antes de comenzar la faena,un agujero en la tierra y un reguerillo que comunicara este con las hojalatas que estaban dispuestas en la parte mas alta con cierta caída hacia ese agujero,yo no sabia el porqué pero ya lo entendería me decía.
Un chapon de hojalata tapado con arena evitando cualquier entrada de aire puso fin a este paso.El tapado de el agujero,era importante me dijo,si entra aire la pez no dejará de arder hasta que se consuma totalmente,y puede arder días y días.
Ya todo preparado,prende con un mechero ese montón de chapas y comienza el infierno,en pocos segundos eso se propaga como la pólvora,una columna de humo mas negro que los cojones de un grillo nos deja a la sombra durante unos minutos,el calor que deprende es intenso y Maria y yo nos retiramos unos cuantos metros para atrás,¡¡coño da miedo !!toda una experiencia,después de ver eso aún me estoy pensando eso de mi incineración después de cascarla,no antes por supuesto.¡¡ joer.!!
En escasos minutos y con semejante calor el regerrillo hecho en la arena comenzaba a surtir al pocillo con un liquido ardiente,era la miera,madrededios como estaría de calentito ese liquido dentro.
No sin cierto esfuerzo,el amigo Juan Carlos armado con un gario o bieldo y cuando el infierno le permitió acercarse,iba amontonando las hojalatas para terminarlas de quemar,con ello conseguiría dejarlas limpias para su nuevo uso en la próxima campaña,eso sí es reaprovechamiento y unas pelas se ahorran al no tener que comprar otras diez mil hojalatas,ademas ecológico a tope.
Por último unas paladas de arena cuando está el fuego extinguido sobre la entrada de la miera ardiendo al pocillo le dejan estanco evitando que siga ardiendo y pone fin a esta tarea, a la pa casa.
Y este es el producto que quedó en el agujero,unos treinta kilos de pez,recogido unos días después cuando eso se enfrió,un subproducto de la recogida de la miera,antiguamente empleado y era muy apreciado en la construcción de barcos cuando se hacían de madera claro está,y en esta tierra para hacer estancas las botas,pellejos de vino y las cantimploras que se hacían de mimbre,en la actualidad apenas tiene salida.
Y en esta última imagen las hojalatas una vez terminadas de tratar,pues quedan muy retorcidas por el calor,volverán a reutilizarse y hacer su función y es que en el mundo rural no sobra nada,todo tiene un valor,y con esfuerzo,ganas y voluntad todo puede tener una nueva utilidad,la necesidad a veces es la mejor consejera para tener un planeta limpio,
Yo soy de los que antepongo la reutilización al reciclado y eso bien lo sabemos todos en el mundo rural,por favor respetemos nuestro entorno,
Bien por el amigo Juan Carlos y gracias por la experiencia que pude ver .
Antes de empezar la campaña que comienza allá por el mes febrero, se arrancan las hojalatas del pino y se retiran los potes, pues para una nueva producción se abre una nueva cara en el pino, una por una y pino por pino se recogen y amontonan en lugares algo especiales para este fin, alejados de los pinos, zonas arenosas y con un pequeño desnivel o cotarra, ni que decir tiene que para esta tarea se deben pedir los permisos y solo los conceden en una época determinada, cuando no hay peligro ninguno de incendio.
Aún quedaba algo por hacer me contaba el amigo Juan Carlos antes de comenzar la faena,un agujero en la tierra y un reguerillo que comunicara este con las hojalatas que estaban dispuestas en la parte mas alta con cierta caída hacia ese agujero,yo no sabia el porqué pero ya lo entendería me decía.
Un chapon de hojalata tapado con arena evitando cualquier entrada de aire puso fin a este paso.El tapado de el agujero,era importante me dijo,si entra aire la pez no dejará de arder hasta que se consuma totalmente,y puede arder días y días.
Ya todo preparado,prende con un mechero ese montón de chapas y comienza el infierno,en pocos segundos eso se propaga como la pólvora,una columna de humo mas negro que los cojones de un grillo nos deja a la sombra durante unos minutos,el calor que deprende es intenso y Maria y yo nos retiramos unos cuantos metros para atrás,¡¡coño da miedo !!toda una experiencia,después de ver eso aún me estoy pensando eso de mi incineración después de cascarla,no antes por supuesto.¡¡ joer.!!
En escasos minutos y con semejante calor el regerrillo hecho en la arena comenzaba a surtir al pocillo con un liquido ardiente,era la miera,madrededios como estaría de calentito ese liquido dentro.
Por último unas paladas de arena cuando está el fuego extinguido sobre la entrada de la miera ardiendo al pocillo le dejan estanco evitando que siga ardiendo y pone fin a esta tarea, a la pa casa.
Y en esta última imagen las hojalatas una vez terminadas de tratar,pues quedan muy retorcidas por el calor,volverán a reutilizarse y hacer su función y es que en el mundo rural no sobra nada,todo tiene un valor,y con esfuerzo,ganas y voluntad todo puede tener una nueva utilidad,la necesidad a veces es la mejor consejera para tener un planeta limpio,
Yo soy de los que antepongo la reutilización al reciclado y eso bien lo sabemos todos en el mundo rural,por favor respetemos nuestro entorno,
Bien por el amigo Juan Carlos y gracias por la experiencia que pude ver .
6 comentarios:
No sabía de donde se sacaba la pez, muchas gracias por la información y el bonito reportaje.
Un saludo. Da recuerdos a los protagonistas.
Santiago,la pez se saca de los sarros,(resina solidificada)que son los últimos raidos de los potes y también se recogían del suelo,y se elaboraba mas pura sin tanto restos de arena y demás impurezas en las pegeras,
En el pueblo de Chañe vi alguna,son como pequeños hornos, pero por esta zona nuestra o no las había o no ha quedado ninguna.
También he de decir que los zapateros remendones la utilizaban para impregnar los hilos de bramante o cáñamo con lo que cosían, a sí les reforzaban y hacerles mas duraderos e impermeables contra las humedades
Un saludo Esca
Muy interesante, Esca
Un abrazo
A mi Malvis también me pareció muy interesante,el mundo rural es lo que tiene,sabiduría, que deberíamos de aplicar en muchos mas quehaceres,y no derrochar tanta materia prima,antiguamente en el pueblo de Sebulcor a falta de carbón,para la fragua,el herrero hacía su propio carbón con piñotes que recogía del pinar,todo un alarde de saber e ingenio,aprovechando lo que el medio te proporciona.
Un saludo Esca
Mi abuelo era descendiente de carboneros enla montaña alavesa en el pueblo de pipaon...había una ruta para llevar carbón hasta Laguardia desde la montaña a cambio de vino tanto carbón tanto vino que subían a la montaña en pellejos y botas recubiertas de pez...en una ocasión me dijo que está pez junto con aceite usado de cocina y hierba seca...echa una pasta...era muy buen retardante dela combustión del carbón...con un par de kilos de carbón y tres cuartos de esta pasta...añadida a este...junto con un poco de arcilla roja unos 100gr...duraba el fuego en la chimenea más de un día con sólo una carga....nunca lo comprobé no tuve ocasión...nunca sabré si realmente mi abuelo tenía razón...el decía que era más económico y más cómodo para el invierno...
Muy interesante Unknown la historia de tu abuelo, yo tampoco te puedo sacar de dudas, pero la sabiduría de los de antaño me hace creer en ello.Gracias por tu comentario.
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