Mi querido y entrañable señor San Frutos, patrón de Segovia, mi nombre es Fernando, pero me llaman Esca, es la primera vez que me dirijo a usted y creo que el motivo que le expondré a continuación bien merece un poco de su tiempo.
Hace ya años que cada 25 de Octubre me paso junto a unos amigos de Sebúlcor a honrar su memoria a esa península de las hoces del Duratón, donde pasó la mayor parte de su vida, que está inundada con su espíritu y tiene dedicada a su memoria la preciosa ermita románica donde los celebramos.
Cada año recorremos el camino con dirección a donde se encuentra su última morada según las tradiciones y el camino que nos enseñaron las generaciones que hicieron lo mismo desde siglos atrás, es, por supuesto, el camino más corto y creo que no me equivocaré si le digo que es un camino lleno de emociones y belleza, pues transita por la rivera del río Duratón entre escarpadas paredes, repletas de vida y donde en la más íntima soledad se encuentra la espiritualidad que usted persiguió al salir de su ciudad natal allá por el siglo VII.
Hace un año unos recurrentes e iluminados pretendieron crear el camino desde Segovia hasta su península emulando sus pasos, cual sorpresa la mía, y creo que la de muchos segovianos, que el camino no transcurre por donde la tradición nos dice desde siglos, o por lo menos por el camino más corto y sobre todo su paso por Caballar donde sus queridos hermanos dejaron la vida a manos de los moros.
¡Ay señor San Frutos! Que nos quieren ahora cambiar la historia, y es que estos iluminados tienen dos funciones, una para cagarla (con perdón) y otra para no enmendarla, cuando ya está cagada (perdón también). ¡Ay señor San Frutos Bendito! Estos tenían que haber sido burros, y uncidos, tirar de un carro por su camino, hay cuantos palos bien merecidos por culpa de un carretero que no debía de haber sido, que les llevó por un mal camino, veinte kilómetros más, veinte palos más totalmente inmerecidos. ¡Ay señor San Frutos Bendito! Todos los caminos llegan a Roma pero el camino de la verdad, del rigor y de la tradición siempre será uno.
Vaya tiempos que vivimos, vaya caminos, y lo que más me molesta, si decirlo me lo permite, es que utilicen su nombre para limpiar un dinero mal gastado, y que se enquiste cual cáncer maligno ese camino y pase a la historia con su nombre bendito. ¡Ay San Frutos Bendito! Tenga cuidado, no tenga que hipotecar la ermita para pagar a la SGAE por utilizar su nombre, Frutos, sin permiso, y tenga por compañera de procesión, a la Santa Diputación, y el baile de jotas sea dirigido por San Euro. ¡Hay San Frutos Bendito! Usted que tiene mano entre los santos, ruegue a San Cristóbal por los segovianos perdidos por esos caminos, a San Expedito patrón de las injusticias que con esos pueblos se han ejercido, Sebúlcor, Cantalejo, Cabezuela, Muñoveros, Caballar, Torreiglesias, Covatillas, Cabañas de Polendos, La Higuera y Espirdo, por nosotros, el pueblo, ruegue a San Judas Tadeo patrón de las causas perdidas, y por último ruegue por los recurrentes e iluminados a la Santa Cordura.

Sinceramente suyo para siempre Esca
http://www.conocetucomarca.com/2011/10/romeros-camino-de-san-frutos.html