Estoy advertido de lo que voy a encontrar en este trayecto: ruinas, expolios, soledades... y un sobrecogedor paisaje. Bueno, vamos allá, tengo toda la jornada por delante. Inicio andadura tras el ábside de la parroquial de San Miguel de Bernuy, con sus barroco/románicos capiteles. Por factura, del mismo taller de la ermita de Revilla Orejana, no muy lejos de aquí. Cruzo el Duratón y me adentro en la cola del embalse de Las Vencías, río abajo. Primer encuentro: Las Ermitonas, rareza de ermita amurallada arruinada. ¿Quien se ha llevado tus portadas, arrancándolas con saña? ¿quien te ha maltratado así, dejándote mutilada? Continuo camino sin respuesta. A partir de aquí comprendo lo del calificativo de sobrecogedor dado al paisaje. Se queda corto. Sigo camino y subiendo, en lo alto del acantilado veo, al otro lado, sobre una península, otras dos ermitas en ruinas: los San Pedros y los San Martines. Me pregunto: ¿Por qué todas las ermitas se denominan en plural?. Dando vueltas a la incógnita llego a Fuentidueña: Iglesia de San Miguel, la mas interesante de la comarca y otros dos templos románicos en ruinas: Santa María la Mayor y San Martín. Este último tiene el ábside en ¡Nueva York!, concretamente en The Cloisters, bajo la irónica situación de Cesión Temporal Indefinida, dada en su tiempo. Triste destino de algunas piezas de esta comarca, vendidas miserablemente a principios del siglo pasado a algunos buitres al acecho ( y no precisamente de los que sobrevuelan este cañón). Estoy en el punto intermedio de la marcha. Cruzo el río por frondosa alameda y remontando ahora el Duratón asciendo al cerro de San Blas desde el que se divisa gran parte del camino recorrido y el que me falta por recorrer. Asomándome por los altos acantilados de esta parte del río, me adentro en la península antes vista y me dirijo a las ruinas de Los San Martines primero y Los San Pedros, después. Piedras desnudas al viento, paredes inestables, portadas arrancadas... sensación de soledad y desabrigo. Después de muchos kilómetros (24, dice el GPS) desde el principio, con toda la jornada andando y ya anocheciendo vuelvo a entrar en San Miguel de Bernuy. Hago balance: 7 construcciones vistas, 5 de ellas en ruinas. No estoy ahora para porcentajes, pero el que resulte será desolador. Me queda, en el casco urbano, visitar la ermita de La Virgen del Río, construcción moderna. Curioso: con ese nombre, no está cerca del río pero tiene canecillos de las que si lo están y he recorrido anteriormente. Piensa el caminante que algo se ha salvado...

Capiteles de la parroquial de San Miguel de Bernuy. Basilisco (sup) y arpía (inf) entre exhuberante vegetación pétrea.

Las Ermitonas: extraño ejemplo de ermita románica amurallada.

Península que forma una hoz del Duratón donde se encuentran Los San Martines y los San Pedros. Silueta (inf) de este último.

Templos de Fuentidueña. San Miguel (sup) y ruinas de San Martín (inf), cuyo ábside se encuentra en The Cloisters (Nueva York).

Los San Pedros (sup) y los San Martines (inf).

Canecillos de la ermita de la Virgen del Río traídos de alguna de las ermitas ruinosas (sup): ¿rostro con máscara de carnaval? ¿rostro entre fauces de animal? Decidid vosotros mismos... (inf): cabeza de animal ¿cérvido?


TEXTO Y FOTOGRAFÍAS DE PACO TORRALBA, ENTRADA CONJUNTA CON SU BLOG http://astragalonet.blogspot.com/