Navegando por la historia del río Pirón, partí desde Covatillas por ese puente tan sugerente que nos trasporta al pasado, días de paso de no tan notables caballeros, con no tan fieles escuderos, diligencias haciendo los viajes más cómodos a adinerados nobles y no tan nobles adinerados y, a veces, sorprendidos por un no tan famoso bandolero, el Tuerto del Pirón, que, según dicen por allí, se refugiaba en la cueva de la Vaquera. Rebaños de ovejas buscando pastos mas frescos y el agua del río, y el pastor la fresca fuente que allí, junto al puente, se encuentra y donde un almuerzo a su lado no es un almuerzo, es un festín.
El agua por esas tierras de montes de sabinas, encinas y robles se echa en falta y, buscando una salida de caminos a ese puente entre el monte, llegué a un lugar donde el río deja de ser prisionero de cañones de piedra para formar un valle donde se asienta Peñarrubias y donde una pequeña colina, al lado del pueblo, se eleva un poco más con el pequeño campanario de su ermita, bella imagen de esa colina coronada por ese románico del valle del Pirón, siempre sorprendente por sus tallas esculpidas en esas piedras rubias que en mi trayecto no vi más que áridas piedras y en esa ermita, como por arte de magia de algún alquimista del siglo XII pactando con el diablo, se convierten en joyas, joyas a cambio de su alma, pero le mereció la pena, su impronta en estas tierras será eterna.
- ¿por qué no vienes el día de la procesión?
- Pues claro que si- les digo.
Y allí me presenté el domingo después del Corpus y me emocioné con ese pueblo con mucha más población que en el día a día y que me dicen que como jóvenes no quedan, pues que ellos, los casados, por la noche de vísperas rondaron y pusieron la enramada a sus mujeres hasta la madrugada y que montaron los arcos de enramada para que su venerada Virgen de la Octava pasara por debajo de ellos y viera que su pueblo, bailando jotas al son de la dulzaina, el tambor y el tamboril, la seguía honrando como desde siglos lo hicieron sus antepasados, cuando Ella eligió su morada en esa colina junto a un pueblo que tiene raíces de pueblo y gentes auténticas, emprendedoras y hospitalarias.
Momentos de la procesión, la cual llega hasta el pueblo
Finalizada la procesión y delante de la iglesia, se subasta el derecho a los palos de las andas de la virgen, otro tanto para ponerla en su trono dentro de la ermita, las pujas se suceden, esas aportaciones se emplearán en arreglos y necesidades de la ermita
- pues ¿que como va a ser? Pues de barro.
¡Que preguntas tengo yo también!
El potro de herrar bueyes también lo recuperaron, pienso yo que tendría trabajo el potro antaño, pues esos caminos que traje yo desde Covatillas se las traen.
Y ese Domingo de la Octava terminó con un buen recuerdo, de gentes que se preocupan de su pueblo y que al cambiar los tiempos saben adaptarse pero no olvidar su pasado y tradiciones.
11 comentarios:
Particularmente, me gusta y disfruto con tu exposición. Has sabido describir la encaramada soledad y belleza del paraje con sus tradiciones y leyendas, sin olvidar el apunte de un románico decadente del modelo del taller del Arenal y la peculiaridad del color de su caliza rojiza, producto, sin duda, del topónimo del lugar, Peña RUBIA.
Y lo esencial. Un pueblo que se proyecta al futuro, pero con raíces hundidas en sus orígenes. Seguramente, gran culpa de ello lo tendrá ese pavo real que atesora el pórtico de su templo que proclama la alegoría del bien de su gente como signo de su propia eternidad.
Un abrazo.
Estupenda crónica. Interesante, también, el tema de la Virgen de la Octava. Como entusiasta de las vírgenes románicas, te agradezco esta referencia que habrá que indagar.
Saludos, Esca
Esca, eres un fenómeno!!!
Si no hubieses nacido...habría que inventarte!!!
Gracias por ser como eres.
Un fuerte abrazo.
Gracias amigos,y a ti Syr por enriquecerlo con tus comentarios sobre romanico,Lo que acordamos por estos comentarios,queda pendiente un amuerzo a mi cuenta junto a la fuente Covatillas no espereis gran vino pero en proximos comentarios ajustar mejor vino
Saludos Esca
Pues en tratándose de eso, ya te lo apunto. Para entremeses, Blanco de Nieva, y a la carne, Duratón.
A los postres, pasamos por Lino a "rescatar" el Chartreusse amarillo que me tiene en depósito desde su extinción. ¿ Vale?.
Muy interesante entrada,da gusto ver como se mantienen las tradiciones(sean del cariz que sean),gracias a unos pocos esforzados.
Saludos.
Riviere tambien se ha ganado el almuerzo ,vale Syr ,recogeremos el brebaje ,ahora solo,quedar dia
Un saludo Esca
Los desarraigados no son quienes abandonan su tierra, obligados por las circunstancias, son los que olvidan sus raíces, aunque sigan viviendo en la tierra que les vió nacer.
Aplaudo y me descubro ante quienes mantienen las costumbres, tradiciones y recuerdos, que unen a los seres humanos con la Tierra.
Salud y fraternidad.
Estamos de acuerdo Alcaest,pero¿que Hacemos con esas obras que hechan a perder hasta su identidad como pueblo?
Huyyyy, espinoso tema este que has tratado ahora, Esca. Esos pueblos sitiados por adosados, normalmente cerca de las ciudades o en magníficos parajes montañosos o en la costa, por supuesto, son ejemplos claros de desnaturalización. ¿Que hacer? Tristemente, nada. Cuentan con todas las bendiciones de Ayuntamientos y Comunidades. Es así.
Por cierto ¿estuviste en al ermita de Santiaguito? Ya me contarás...
Salu2
Paco Torralba
Señor Paco Torralba,pues claro que he estado,la primera ocasion fue´hace ya unos quince años aun estaban los restos de un retablo o cajonera creo recordar,luego he pasado por alli´varias veces mas pero ya no se puede entrar dentro,pero para el veinticinco de este mes de Julio se celebra su romeria ,entonces volvere´por alli´y navegare´un poco mas por la historia del rio Piron
Un saludo Esca
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