10´30 AM, sol esplendido, día de amoto, batería descargada, empujón y pa lante como los de Alicante, pero sin rumbo fijo.



Sin darme cuenta, me encuentro en Duruelo preguntando a un señor (muy amable por cierto) por alguna ruina de la zona, ermitas, despoblados.....

-Pues si, cruzas la carretera y sigues dejando el río a la izquierda, buscas dirección casa rural y en el monte que se encuentra por encima había una ermita ¡Pero no queda nada!-
-Muchas gracias-



Antes de salir del pueblo recojo estas dos imágenes más, la fuente, junto a la carretera y su no tan antigua ermita de Santiago.


Pues vale, amoto, cruzo la carretera, dejo el río a mano izquierda y dirección casa rural, por caminos de tierra, barros, charcos y algún que otro patinazo. ¡Coño! estoy perdido, era de imaginar. Media vuelta, amoto, caminos de tierra, barros, charcos y algún que otro patinazo, fea se pone la cosa. ¡Coño! no tan fea!. Gente, y pregunto.

-Pues cuando veas una entrada como para la derecha, aparcas y a pie, siguiendo un paso entre alambres de espino (que feo eso de poner fronteras al campo), pues sigues y en lo alto del monte, allí, había algo, San Cristobal se llamaba, pero allí no queda nada, tendrás que cruzar el río antes-
-Muchas gracias-
Pues bueno, pa llá voy, amoto, caminos de tierra, barros, charcos y algún que otro patinazo.


Ya a pie, joder con el puente, hasta que doy con él para cruzar el jodío riachuelo.

Esto va bien, alambreras. Ya el sendero está un poco más marcado, buenos augurios, dos pequeñas cuevas (¿que tendrán estos sitios? que siempre hay cuevas, claro, serían sus inicios), restos de cerámicas y tejas, está claro, campo a través, ladera arriba y ya daré con ello.


Por fin, mereció la pena por supuesto. ¿Que percepción tendrían para encontrar estos sitios tan mágicos? Tiene algo este lugar ¿o se hace mágico después?



Este despoblado se divisa desde la ermita y ya con mi amoto entre caminos de tierra, barros, charcos y algún que otro patinazo, me presento en él, su fuente, sus palomares, sus casas, sus prados, sus vistas de la sierra y su sol de esta mañana que parece que es solo para mi.




Terminada mi visita, mi amoto, mis caminos de tierra, mis barros, mis charcos y mis patinazos, sigo pa lante como los de Alicante y como todos los caminos llegan a Roma, bueno casi, a un románico, Santa Marta, terreno conocido, misión cumplida y a comer, que ya es tarde. Y escribiendo esto, ya en casa, 12 P.M, echo de menos mi amoto, mis caminos de tierra, mis barros, mis charcos y mis patinazos.

Buenas noches a todos.